Jesús evasor de impuestos

Jesús evasor de impuestos del diezmo en el Templo

INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA DE LOS IMPUESTOS AL GOBIERNO

Y DEL DIEZMO AL TEMPLO...

cuando los impuestos no se pagan según la moral de Jesús.

Evangelio de Mateo 17.24-27:

Cuando llegaron a Cafarnaúm, los recaudadores de impuestos del templo se acercaron a Pedro y le dijeron: "¿Tu maestro no paga el impuesto del templo?" Él respondió: "Sí". Al entrar en la casa, Jesús se le adelantó diciendo: "¿Qué te parece, Simón? Los reyes de esta tierra, ¿a quiénes cobran impuestos y derechos? ¿A sus propios hijos o a los demás?". Él respondió: "De los extraños". Y Jesús: “Por lo tanto los hijos están exentos. Pero para que no se escandalicen, ve al mar, tira el anzuelo y el primer pez que venga, tómalo, abre su boca y encontrarás una moneda de plata. y dáselo por mí y por ti". Para entender bien la situación tenemos que incorporarnos en el contexto histórico de esa época: 

Habían dos impuestos a pagar: el del César y el del templo. Al César para proveer a las necesidades de la comunidad (escuelas, hospitales, calles pavimentadas, etc.) al templo para que los sacerdotes se dediquen a la escucha, al consejo, a la educación del sentido de la vida, etc. Pero lamentablemente si ni la política ni la religión cumplen con su deber, ¿Para qué pagarles? Yo te pago si tu cumples con tu deber de lo contrario soy exento ¿o no? por otra parte, cuando Jesús pregunta quiénes son los reyes de esa tierra, se burla de ellos diplomáticamente porque los romanos son invasores y sus hijos no pagan impuestos mientras que los judíos son extraños en su propia tierra y tienen que sufrir la carga del lujo de los romanos, como siempre. Son los pobres los que pagan más los impuestos mientras que los ricos vienen exentos. Ahora veamos cosa sucede con la moneda.... 

¡ESTÁS DANDO AL CÉSAR LO QUE ES DE DIOS!

Jesús es lapidario en su consejo (o más bien frase): “vete al mar, tira el anzuelo y pesca el primer pez que venga, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata…” con eso paga los impuestos. ATENCIÓN: los peces no comen monedas, este es un símbolo claro, es una metáfora alegórica que hay que interpretar o decodificar: el pez, ese es tu trabajo, debe darte los ingresos necesarios para pagar impuestos, pero si no sacas la moneda de el pescado, NO DEBÉIS PAGAR impuestos, de lo contrario estáis dando al César vuestro alimento y sustento, estáis dando al César lo que es de Dios, es decir la sangre de los pobres; si del pescado no sale la moneda es porque César no hace bien la economía, el pescado no produce, NO HAY QUE DARLE EL PEZ A CESAR, hay que comerse el pez y darlo a los hijos, ellos son exentos. Pero, ¿por qué la religión no dice esto a los fieles? porque no quiere la guerra con la política obviamente, es mejor que la gente crea infantilmente en el milagro del pez que tiene monedas dentro de su vientre. Repitámoslo: si dentro del pez no hay monedas, significa que tu trabajo no está bien pagado, no te da para pagar los impuestos, entonces ¿porque tienes que dar lo que necesitas al César? Estáis dando al César vuestros ahorros, el futuro de vuestros hijos, vuestro sudor y sustento, estáis dando al César lo que es de Dios, es decir la vida misma. Esto es una blasfemia.

¿POR QUÉ LA RELIGIÓN NOS VENDE AL CÉSAR?

Jesús le dijo a Pedro: "" ¿Qué te parece, Simón Pedro? ¿De quién cobran impuestos y derechos los reyes de esta tierra? ¿De los propios hijos o de los demás?". Él respondió: "De los extraños". Y Jesús: "Por lo tanto, los hijos están exentos".

Con este pasaje Jesús demuestra que los gobiernos sostienen a sus hijos con los hijos de los demás, si la religión considera a todos hijos solo debe oponerse a la política y la política de un país si es verdadera no debe sobrecargar de impuestos a sus hijos o ciudadanos; si la política y la religión no cumplen con su deber (es decir, no encuentras la moneda dentro de la boca del pez... lee el post anterior) no hay razón para pagar el impuesto o la limosna en el templo, porque como dice Jesùs los "hijos son exentos" pero el hecho que vivimos oprimidos por los impuestos quiere decir que no somos hijos del gobierno sino sus esclavos. Del post anterior entonces entendemos cómo la política y la religión tienen un Dios en común: el dinero y el pueblo es solo materia prima de su capital. Hacen de la politica una religiòn y de la religiòn una politica. El César se vuelve Dios con el patrocinio de la religiòn. 

JESÚS ENTRE LA ESPADA (POLÍTICA) Y EL MURO (RELIGIÓN).

Cuando se le hizo a Pedro la difícil pregunta de si Jesús pagó impuestos, Jesús manifestó puntos de vista políticos muy prudentes y evitó tocar directamente los temas a favor de los revolucionarios del época. Los fariseos lo llevaron al campo minado de los impuestos del invasor romano, para llevarlo a traicionarse o contradecirse a sí mismo, no tenía salida: si Jesús los define como justos en ese momento estaba en contra del pueblo explotado por los romanos, si los había los definió como injustos se habría rebelado contra Roma y habría firmado su sentencia. Aquí Jesús, muy hábilmente, cambió las cartas sobre la mesa, evitando abiertamente tomar partido a favor o en contra de César. Pero indirectamente el mensaje era claro: si César es injusto el pez no saca la moneda para dárselo, por lo tanto, si encuentra la moneda dentro del pez, el trabajador come el pez y le da la moneda a César, sino come tranquilo y que César aprenda a pescar. 

¿POR QUÉ LA RELIGIÓN NO PAGA IMPUESTOS?

César necesita que las ovejas sean sacrificadas y no griten, no protesten, no se rebelen, pero como las ovejas escuchan a su pastor, entonces, ¿qué hace el lobo político?... La religión está libre de impuestos, pero tiene que pagar un precio por este favor... ¿cuál? mantener firmes dóciles y muy torpes a las ovejas, que el rebaño obedezca a César. En este caso, quién hace de la religión una política (la Iglesia) y quién hace de la política una religión (el estado gubernamental). La gente no puede pagar sus impuestos con los milagros, no se hacen aparecer monedas dentro del vientre del pez, no os dejéis engañar por esta suposición supersticiosa, Jesús dijo todo lo contrario: si de vuestro trabajo (pez) no sacáis el renta extra (la moneda en el vientre del pez) no deis al César lo que es de Dios, es decir vuestra vida y la de vuestros hijos. La religión y la política se han convertido en una mafia que se dividen y reparten entre ellos el Dios de los pobres y las monedas de César, al pueblo queda solo las deudas.